miércoles, 19 de octubre de 2011

La comida de la abuela, una dieta sana para los nietos

Los abuelos juegan un papel fundamental en la educación de los nietos. Y parte de ésta es una buena alimentación. Los abuelos, pero tal vez más las abuelas, saben lo que es cocinar y sacarle partido a la despensa. Sin embargo, los secretos culinarios de otros tiempos hoy pueden ser poco saludables. Siguiendo lo que apunta Consumer, repasamos sus luces y sus sombras.

Desayuno y almuerzo

Si la abuela es quien se encarga del desayuno, seguro que el cereal de su casa es el pan duro del día anterior. Tostado recupera su ternura y se puede untar con mermeladas caseras, como la de melocotón o la de moras e higos. Tal vez también un poco de requesón con miel y dulce de membrillo.

Son propuestas tan sabrosas y naturales, que alejan a los niños del vicio por los dulces procesados cargados de aditivos, que propician el aprendizaje y el gusto pernicioso de los pequeños por los sabores artificiales.

Echarán mano del almuerzo que les preparaban a sus hijos: pan con chocolate o jamón y, de vez en cuando, embutidos caseros o quesos, también una porción de bizcocho casero, un plátano, una manzana o un par de mandarinas, o una bolsita con mezcla de frutos secos y frutas desecadas. Todo vale con tal de evitar los bollos y pasteles industriales.

La comida: habituar a las verduras

El brócoli al queso, las espinacas con bechamel, las pencas de acelga con quesito y jamón dulce o las judías verdes con patata son primeros platos que atienden a la presencia deverduras en el menú infantil.

Esta ración diaria de verduras se acompañará con una cantidad proporcional de carne o pescado (un filete de ternera, una buena rueda de merluza en salsa o al horno o albóndigas caseras), ración de proteína que no deberá estar presente a diario, sino que se alternará.

Las patatas siempre serán pocas, pero suficientes y no siempre fritas (asadas en el microondas están ricas). En su lugar siempre valen macarrones, legumbres o arroz, con salsas, sofritos o condimentos caseros.

Cuidado con la sal

Si en algo se equivocan los abuelos es en las cantidades de las raciones y en que abusan de algunos ingredientes como la sal y el aceite. El exceso de sal empieza en la cuna. La cantidad recomendada por la OMS no debe exceder de 400 miligramos de sodio/día en los niños menores de un año. La gran mayoría de sal que se ingiere no proviene de la añadida en la cocción o en la mesa.

Por lo tanto, que las abuelas reduzcan la sal al cocinar, la limiten a pesar de sus costumbres culinarias, e incluso la destierren de la mesa, ayudará a que sus nietos acostumbren el paladar a sensaciones más sosas, pero más sanas.

Aceite sí, pero en su justa medida

El aceite de oliva es fuente de salud, pero en su justa medida. Es cardiosaludable pero deja de serlo cuando se abusa. Empapar el papel de cocina con los fritos es una buena fórmula para que las croquetas o los san jacobos sean más crujientes y menos calóricos. No es necesario abusar de él en las salsas de tomate.

Antes el aceite fue un lujo, hoy es asequible y el lujo es aprovecharse de él sin abusar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario